Episodio 36 – Podcast Matrimonio Sin Filtro
La clave de la felicidad en el matrimonio
¿Sabías que ser agradecido mejora tu condición física y mental? Dar las gracias es un acto pequeño con muchos beneficios, por eso, en el episodio de esta semana hablamos de cómo hacerlo y todos los milagros que podrás ver en tu matrimonio si lo practicas.
El Poder de dar las “gracias”
Cuando hablamos de gratitud, a menudo la limitamos a los momentos buenos: cuando todo fluye, cuando recibimos bendiciones visibles o cuando las cosas salen como esperábamos, pero la verdadera gratitud va más allá. Ésta se revela cuando nada sale como pensamos o cuando nada extraordinario ocurre. Es ahí donde se prueba y se fortalece nuestro corazón.
Aprender a decir “gracias” por las cosas más pequeñas, e incluso por lo que pensamos que es responsabilidad de nuestro esposo o esposa, permitirá que vivamos una mejor relación. Las personas que se sienten vistas y apreciadas tendrán más ánimo para continuar haciendo eso por lo que se les agradece.
Dar gracias en lo inesperado
Aprender a ser agradecidos aún en las pruebas más dolorosas, nos habla de fe en Dios. Le damos la gracias no solo cuando recibimos bendiciones sino también cuando nos encontramos en diversas pruebas porque ellas aumentarán nuestra paciencia y será hincapié para grandes promesas cumplidas.
La Biblia lo dice claramente en 1 Tesalonicenses 5:18:
“Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.”
Aprecia más… y luego duplícalo
Craig Groeschel lo dijo así:
“Aprecia a otros más de lo que crees que deberías… y luego duplícalo.”
Muchas veces damos por sentadas a las personas más cercanas: nuestra pareja, nuestros hijos o nuestros amigos. Un simple “gracias” puede fortalecer un matrimonio, sanar heridas, y llenar el corazón de confianza y amor.
Gratitud intencional
La gratitud no siempre surge espontáneamente, a veces hay que trabajar por ella. Es un acto intencional, una disciplina. Como con cualquier músculo, entre más lo ejercitas, más fuerte se vuelve, así que hazlo parte de tu día a día. Escríbelo, exprésalo, publícalo, dilo en voz alta. No te lo guardes. La gratitud tiene poder cuando se comparte.
Hay dos pasos clave para hacerlo:
- El enemigo oculto de la gratitud es la falta de contentamiento
El mayor obstáculo para la gratitud no es la falta de bendiciones, sino la falta de contentamiento. Vivimos comparándonos, deseando más, esperando algo diferente. Pero Pablo, desde una prisión, escribió:
“He aprendido a estar contento con todo lo que tengo.” (Filipenses 4:11). Ese contentamiento no viene de tener mucho, sino de tener una perspectiva eterna. Es un secreto para la verdadera felicidad: aceptar la temporada en la que estamos, sin dejar de confiar en lo que Dios hará mañana.
- Di “gracias”
No basta con pensarlo, hay que decirlo. Es necesario que lo expreses con intencionalidad y no solamente pensar que las personas están “haciendo su parte”. Te llevarás sorpresas cuando lo comiences a hacer.
Conclusión
La gratitud no es solo una emoción, es una decisión. Es un estilo de vida que transforma tu mente, tu espíritu, tus relaciones y tu perspectiva. Así que hoy, sin importar lo que estés viviendo, encuentra una razón para agradecer… y exprésalo. Hay poder en ello.
Desafío de hoy:
Escribe un mensaje de texto o una carta a tu pareja dejándole saber cinco razones por las que le agradeces.