Episodio 45 – Matrimonio Sin Filtro
Hay historias que nos recuerdan que el matrimonio, más que un contrato o una etapa de vida, es un milagro. Un proceso continuo de transformación donde Dios utiliza las temporadas más inesperadas para formar, fortalecer y reconstruir.
Este episodio con Paco y Joy es justamente eso, una conversación que revela cómo la fe, la obediencia y la unidad en pareja pueden sostener un hogar aun cuando los cimientos parecen tambalearse.
1. Cuando el matrimonio empieza con diferencias, pero también con propósito
Paco y Joy tienen once años de casados, pero su historia comenzó de una manera que ninguno imaginaba. Ella hija de pastores; él, un joven con un carácter fuerte, crecido en una familia sin la fe cristiana.
Lo increíble es ver cómo Dios empezó a atraer a Paco, primero a través de la amistad, luego a través de la curiosidad y finalmente por una transformación profunda que marcó el inicio de un matrimonio con propósito.
Cuando Dios habla y pide obediencia, Él mismo se encargará de sostenerte en el proceso.
2. Obediencia: el paso que reconstruyó sus cimientos
Uno de los momentos más impactantes de su historia fue cuando Dios les pidió dejarlo TODO:
✔ Su casa recién comprada
✔ Trabajos estables
✔ Familia, comodidad y seguridad
✔ Su rutina ya establecida
Todo para mudarse a Orlando, sin trabajo, sin garantías, pero con una palabra clara de parte de Dios. La obediencia no siempre es lógica, pero siempre es poderosa.
La clave estuvo en que ambos, por separado, recibieron la confirmación de Dios. No fue la voz de uno imponiéndose al otro, sino dos corazones alineados con el mismo propósito.
3. El diagnóstico que sacudió su fe y la fe que superó el diagnóstico
Apenas llegaron a Orlando, recibieron una noticia no alentadora y era que su hijo Samuel, de 3 años, había sido diagnosticado dentro del espectro y considerado no verbal.
Para Joy fue como si el mundo se detuviera y para Paco, una oportunidad de creer radicalmente.
Durante meses no hubo señales de progreso.
Cero sonidos.
Cero palabras.
Cero contacto visual.
En ese proceso, Dios le dio a Joy una palabra de Éxodo 4:
“¿Quién le dio la boca al ser humano? ¿Acaso no soy Yo, el Señor?”
Y así empezó una etapa de fe, terapia, disciplina, investigación, cambios en la alimentación y mucha oración.
Años después, Samuel no solo habla… habla muchísimo, y su vida es un testimonio del poder de Dios.
Su segundo hijo, Daniel, también fue sanado completamente de alergias severas y complicaciones de salud.
Dios reconstruyó lo que parecía roto.
4. Roles que cambian y corazones que crecen
Durante ese tiempo de transición, Paco quedó sin trabajo y se convirtió en el encargado del Aunque fue un choque, ese cambio de roles produjo crecimiento, empatía y una nueva dinámica familiar.
Paco aprendió a:
- atender rutinas
- manejar terapias
- estudiar sobre desarrollo infantil
- ser el sacerdote espiritual del hogar
Y ambos descubrieron que el matrimonio se fortalece cuando los dos cargan juntos, no cuando uno carga solo.
5. Rutinas, límites y tiempo en pareja: la parte práctica del milagro
Algo que compartieron con mucha sabiduría es cómo establecieron herramientas prácticas que transformaron su hogar:
✔ Rutinas claras para los niños
✔ Horarios intencionales de siestas, comidas y tiempo de juego
✔ Identificar “horas pico” de energía
✔ Un día a la semana solo para ellos como pareja
✔ Un viaje al año solo como matrimonio
✔ Un viaje al año como familia
La disciplina no quita libertad, la crea. Y los límites no oprimen, protegen.
6. Conclusión: Dios reconstruye cimientos
Este episodio nos recuerda que el matrimonio necesita decisiones diarias, fe firme y obediencia radical.
Pero sobre todo nos enseña esto:
– Cuando Dios está en el centro, las pruebas no destruyen, construyen.
– No debilitan, sino fortalecen.
– No apagan… purifican.
Dios sigue haciendo milagros en matrimonios, en familias y en corazones. La historia de Paco y Joy es prueba de ello.
