Episodio 35 – Podcast Matrimonio Sin Filtro
Conexión, comunicación y límites
En un mundo saturado de información, actividades, redes sociales y demandas constantes, la desconexión emocional no siempre llega de golpe, sino como un desgaste sutil. Un mensaje sin respuesta, una conversación evitada, una necesidad no expresada. Así, sin darnos cuenta, comenzamos a vivir juntos, pero aislados.
Después de 37 años de matrimonio, Marco y Carla Barrientos han entendido que si no protegen la conexión y sanan los dolores más profundos del alma, corren el riesgo de buscar intimidad en los lugares equivocados. En este blog, abordamos los puntos más importantes de la conversación que tuvimos en el más reciente episodio del podcast.
¿Cómo cuidamos nuestra conexión?
Comunicación constante y sincera
La conexión se cuida hablando, pero no solamente de los temas más serios o profundos, también de sueños y anhelos. La pareja debe procurar ser abierta al comunicarse y también saber distinguir los temas que deben ser tratados a los pies de Jesús únicamente.
Como Marco y Carla lo señalaron, en ocasiones creemos saber lo que la otra personas necesita, pero es de suma importancia hacer las preguntas correctas, en el momento idóneo, para recibir las respuestas necesarias.
“Pensar, sentir y necesitar… son tres cosas diferentes. Por eso, no basta con suponer. Debemos preguntar: “¿Cómo procesaste eso que pasó? ¿Hay algo que te molestó? ¿Qué necesitas de mí?” – Marco Barrientos
Además, al reconocer que nuestra pareja no es la misma persona con la que nos casamos, la comunicación nos permite redescubrirnos año con año para no dejar que la relación se deteriore.
Una relación de película o un matrimonio basado en la Palabra de Dios
Hoy en día, muchos buscan una relación que se parezca más a las parejas que son retratadas en el cine, que el modelo bíblico que Jesús sentó para el matrimonio. Como Carla lo dijo, no nos comparemos a nadie, mejor sometámonos ambos a Cristo y Él traerá el equilibrio entre amor, respeto y propósito.
Sanar para no herir
Parte del testimonio de Marco es que Dios tuvo que sanar sus heridas más profundas, aquellas que se habían generado en la niñez, pero aprender a ser un hombre según la voluntad de Dios. Es por eso que, tanto en el podcast como en la reunión de domingo, escuchamos de él una palabra alentadora para todos aquellos que viven en constantes quebrantos, pero desean una salida.
Confiesa que su esposa jugó un papel importantísimo en su restauración ya que fue ella quien lo acompañó, no lo juzgó y extendió su mano para colocarlo en tierra firme de nuevo.
“El herido, hiere. El abandonado, abandona…hasta que no sanemos el quebranto original será muy difícil que resolvamos la sintomatología de pleitos, tensión, de conflictos en el matrimonio. No le estás reclamando a tu esposo o esposa sino a la persona que te lastimó.” – Marco
Como hemos reiterado en varias ocasiones dentro del podcast, no nos casamos para ser felices, sino para ser mejores. El matrimonio no es el destino, sino el horno donde Dios nos moldea para cumplir Su propósito.
Durante este proceso, Carla no olvidó lo que había aprendido sobre la ayuda idónea, ya que no es solamente un apoyo físico sino también espiritual y emocional. “Profetiza lo que anhelas ver en tu esposo”, dijo en el podcast.
“Pues la esposa creyente da santidad a su matrimonio, y el esposo creyente da santidad al suyo. De otro modo, sus hijos no serían santos, pero ahora son santos.” – 1 Corintios 7:14 (NTV)
Límites que protegen la conexión
Los límites traen respeto y protección. Si una pareja no tienen claros los anillos de intimidad, correrán el riesgo de descuidar a su familia. Marco y Carla lo han delimitado así:
- Primer anillo de intimidad: Dios
- Segundo anillo de intimidad: Esposo o esposa e hijos
- Tercer anillo de intimidad: Familia extendida y amigos más cercanos
- Cuarto anillo de intimidad: El resto del mundo
Reconocer quiénes son las personas más importantes para nosotros, nos permitirá sentar límites que protejan esa intimidad. De lo contrario, dejaremos entrar a las personas incorrectas a los círculos incorrectos y creará caos en nuestra vida personal.
Preguntas que valen la pena hacerse
Marco lanzó unas preguntas que hoy puedes hacerte si estás buscando placer fuera de tu matrimonio:
- ¿Qué dolor estás tratando de mitigar?
- ¿De quién te desconectaste, que estás buscando conexión en otra parte?
Este diagnóstico puede salvar tu vida y tu matrimonio. Si te encuentras en una posición de desconexión, acércate a la fuente de vida que es Jesús y busca la ayuda que tanto necesitas. Sanar te traerá libertad.
El futuro de tu familia depende de ello.