Episodio 30 – Podcast Matrimonio Sin Filtro
En el vibrante mundo de la música emergente, pocos nombres resuenan con tanta frescura y propósito como Abe y Crys. Esta joven pareja de artistas no solo está marcando la diferencia con su talento, sino también con su historia única de fe, pasión y un amor que supera obstáculos.
Se conocieron a través de Instagram, pues vivían en costas opuestas de los Estados Unidos. Sin embargo, la distancia no los detuvo y pronto se conocieron en persona. Desde entonces, su historia de amor comenzó.
Los polos opuestos se atraen
Como suele suceder en las mejores historias de amor, Abe y Crys son polos opuestos. Provienen de contextos familiares muy distintos: Crys creció en una familia puertorriqueña-cubana, llena de vida y tradición caribeña, mientras que Abe viene de raíces nicaragüenses, siendo más reservado.
Al principio, la distancia física no les permitió considerar estas diferencias como algo significativo, pero al empezar a vivir juntos, enfrentaron de lleno sus diferencias. Han tenido que aprender a resolver conflictos, a procesar emociones y a entender que sus trasfondos familiares moldeaban sus perspectivas del mundo.
Lo más valioso que han descubierto es que su salud espiritual y emocional no depende del otro. Han aprendido a llevar sus cargas primero a Dios, reconociendo que su pareja no es su “salvador” ni su “fuente de estabilidad”. Esta dependencia saludable en el Señor ha fortalecido su relación y los ha mantenido enfocados en lo que realmente importa.
El Arte de Trabajar Juntos y Mantenerse Sanos
Trabajar en la misma industria creativa es un sueño para muchos, pero también un gran desafío. Abe y Crys siguen luchando cada día por mantener el balance entre su vida personal y profesional.
Las presiones del mundo musical son intensas: todo parece urgente, el reloj nunca se detiene, y existe el miedo constante de “perder impulso” si no se lanzan proyectos de inmediato. Pero recientemente, la pareja ha aprendido a darle espacio a la música para que descanse. Entienden que antes de crear nuevas canciones o proyectos, su primer ministerio es su familia. De ese corazón saludable —y no de la ansiedad o el estrés— brota la mejor música.
Tomarse pausas para enfocarse en su relación, familia y crecimiento espiritual ha hecho toda la diferencia.
La Soñadora y el Realista
Una de las dinámicas más interesantes de Abe y Crys es cómo sus personalidades contrastan y, a la vez, se complementan.
Crys es la soñadora incansable, siempre imaginando nuevos proyectos, canciones y horizontes por conquistar. Abe, en cambio, es el realista del equipo: calcula, mide, organiza y se asegura de que todo sueño tenga un plan concreto para hacerse realidad.
Lejos de ser un motivo de conflicto, esta diferencia se ha convertido en su fortaleza. Han aprendido a motivarse mutuamente: Crys empuja a Abe a soñar más allá de lo que ve, y Abe ayuda a Crys a construir caminos tangibles para esos sueños. Juntos, disfrutan del presente mientras mantienen su mirada fija en el futuro que Dios tiene preparado para ellos.
